Partido éste, al que todos quieren llegar, donde un club proyecta sus esfuerzos para acompañar una planificación de trabajo elaborada por un Staff a base de preparación, cargas, sobrecargas y descansos para enfrentar las diferentes etapas del Torneo.

Partido éste, donde los responsables de la organización se ocupan de brindar el marco adecuado digno del partido más importante del Torneo.

Partido éste, donde se mezclan las emociones de los hinchas y jugadores; el color de las banderas, el acompañamiento de los Sponsor, la posible exposición de nuestra disciplina en el afán de seguir difundiendo nuestro deporte, y de mostrar orgullosos la definición de nuestro Torneo Regional a nivel nacional.

Todo esto, hace que este formato resulte ser el más atractivo, y adoptado por todas las regiones, por brindarte toda la emoción de lograr el objetivo planeado a principio de año, sea de salir campeón, de ascender, o de mantener la categoría, todo ello en ese último partido, por eso su denominación e importancia “Final” y sea así, el cierre perfecto de cada Torneo.

Pero en esta Temporada 2023, en el NOA se logró curiosamente todo lo contrario, se logró que unas semifinales del segundo Torneo de Ascenso “Liguilla°, le robe el protagonismo a las dos finales de dichos Torneos, y de más no está decir, que lamentablemente para jugadores, simpatizantes y Sponsor, ni siquiera, atento a lo que estaba en juego para los 10 clubes que terminaron participando en dicha categoría en los dos Torneos, no se le dio desde la organización la importancia que como evento deportivo se merecía.

Digo dos finales, porque una ya se disputó, que por jugarse de manera previa a la definición del Super 10, se la hizo ante un marco de cerca de 3 o 4 mil personas, con todos los condimentos dignos de ese partido final; y donde se entregó una copa a esta categoría, que por su tamaño y belleza (no así por su importancia), me atrevo a decir que opacaba la copa entregada al campeón del Super 10.

Era digna de ser mostrada con gran orgullo en la vitrina de cualquier quincho del club que la obtuviera, pero que al final comprendimos que su gran tamaño era simplemente para contener el vacío de su importancia (Campeón del Ascenso sin Ascenso). Aclaración esta, que ni siquiera fue hecha por los organizadores a los comentaristas que transmitían a nivel nacional el partido posterior, que ingenuamente mal informaban que el Campeón del Ascenso del NOA había ascendido.

Y una segunda final, la de la liguilla, que se jugará seguramente, sin el entusiasmo y emoción propio de una Final, ya que los dos equipos que la disputarán ya consiguieron el objetivo este pasado sábado, que fue ascender de categoría.

Despojando así la Comisión de Competencia de la URT, por segunda vez consecutiva en menos de mes y medio, de toda importancia al partido más trascendental en este tipo de formato elegido.

Creo que todos los clubes, por respeto al esfuerzo que hacen para mantener sus puertas abiertas, por respeto al valioso tiempo entregado por sus dirigentes, staff y principalmente por respeto a los jugadores, los grandes protagonistas, deben exigir a la URT, si es que sigue sin abrir el juego a la colaboración de las otras Uniones; que por lo menos sea un poco más ordenada, responsable y respetuosa de la competencia, por el bien de nuestra disciplina. Tal como lo hacen las demás regiones del país.

Cada vez cuestan más, aquellos esfuerzos referenciados, sumar y mantener nuestros jugadores incentivados, pedirles más tiempo a nuestros entrenadores de los diferentes niveles para que se capaciten además del tiempo dedicado a las prácticas y partidos, conseguir manager y padres que se acerquen; conseguir más sponsor, como para que no pueda la Comisión de Competencia de una Unión, la que se arroga dicha facultad y capacidad, de poder informar a principio de año un formato, con un Reglamento de Competencia, donde se sepa de antemano que se juega, donde se juega cada instancia, y que está en juego.

Este año la sede de la final del Super 10 se conoció ese lunes previo (en cancha de uno de los protagonistas, hoy dato anecdótico pero no menos importante); en el Torneo del Ascenso, se supo ya comenzado el mismo, que su ganador no obtendría el ascenso, a pesar de obtenerse la posibilidad de contar la Región con un lugar más en el Torneo del Interior; en el Super 10, Ascenso y el Desarrollo las semis se programaron las localías respetando la ventaja deportiva, mientras que en las Semis de la Liguilla, donde de acuerdo con el repaso de todos los clasificados a esa instancia en los 4 Campeonatos jugados, fue la única oportunidad que se daba que un club de la Unión organizadora debería salir de su provincia para jugar dicha instancia, y casualmente se dejó de lado la ventaja deportiva para determinar la localía, resolviendo organizar en una misma sede (Tucumán) las dos semifinales, informando de ello como siempre, ese lunes previo.

Quitándole así a estas semifinales, el protagonismo absoluto y propio a dos finales, un sinsentido o contradicción en este tipo de formato. Disputándose lamentablemente, por respeto a los jugadores, clubes y simpatizantes que se acercaron, sin el marco propio de lo que estaba en juego.

Creo que por respeto a todos los que dan su tiempo en cada uno de los clubes de las tres Uniones, por respeto a la Región, y principalmente por respeto a la rica historia del Rugby de Tucumán, si realmente queremos mantener el entusiasmo de nuestros jugadores, sumar más gente, y principalmente no hacer perder las fuerzas a tanto esfuerzo, se debería ser un poco más prolijos a la hora de organizar la competencia de la Región, ya que la misma es la prioridad de nuestra función, todos debemos trabajar y formar para una mejor competencia, porque ella al “Final”, nos guste o no, nos termina reflejando nuestras virtudes y defectos.

Por Martín Ávila (Ex Presidente de la Unión Santiagueña de Rugby)